Aviso a la comunidad swinger en El Salvador:
Quiero hablar claro sobre un problema que está frenando el crecimiento de la comunidad swinger en nuestro país. Hay muchas parejas que, en lugar de buscar placer, convierten el estilo de vida swinger en un negocio. Esto pasa especialmente con los tríos y encuentros swinger, donde siempre piden dinero a cambio.
Si alguien necesita dinero, lo respetable es trabajar, no aprovecharse de una fantasía o del morbo para sacar provecho económico. Por ejemplo, hay parejas que piden dinero a otro hombre para hacer un trío, y eso no solo mata el placer, sino que hace que todo se sienta como una transacción. Peor aún, cuando un hombre cobra por permitir que otro esté con su pareja, eso no es ser swinger, eso es actuar como proxeneta. Ahí se pierde el verdadero morbo y la esencia del placer compartido.
En otros países, como México o España, las parejas swingers buscan tríos o intercambios por pura diversión y satisfacción, no por dinero. Está bien que los gastos, como una salida o un lugar, se compartan entre todos, porque al final, la fantasía es de la pareja y no debería recaer en otra persona pagar por ella. El swinger es sobre disfrutar juntos, no sobre lucrar.
Por eso, estoy en contra de quienes cobran por tríos o encuentros swinger. Si queremos que esta comunidad crezca en El Salvador, dejemos de lado el interés económico y vivamos estas experiencias por lo que realmente son: placer y conexión.
